Los sofás son muebles tapizados, un tipo importante de mobiliario, y reflejan en cierta medida la calidad de vida de las personas. Se dividen en sofás tradicionales y sofás funcionales según sus funciones. Los primeros tienen una larga trayectoria y satisfacen principalmente las necesidades básicas de los consumidores. La mayoría de los sofás en el mercado pertenecen a los sofás tradicionales. Los segundos surgieron en Estados Unidos en la década de 1970. Satisfacen las necesidades de disfrute de los consumidores gracias a sus funciones adicionales multifuncionales y ajustables. En los últimos años, la proporción de sofás funcionales en el mercado ha aumentado día a día.
La industria de fabricación de sofás es relativamente competitiva. En general, las barreras de entrada son bajas, pero no es fácil consolidarse y convertirse en líder. Las empresas que se inician en este sector suelen enfrentarse a ciertas barreras competitivas en términos de I+D y diseño, canales de venta, escala y financiación.
La industria de fabricación de sofás funcionales ha mantenido un buen impulso de desarrollo gracias a equipos de producción y tecnología de fabricación avanzados.
Los factores favorables para el desarrollo de la industria del sofá se reflejan principalmente en que, en el mercado internacional, Estados Unidos, Alemania y otros grandes consumidores de sofás han superado la recesión causada por la crisis financiera de 2008, la situación económica ha mejorado gradualmente, la confianza en el consumo de los residentes ha aumentado y la capacidad de consumo ha seguido creciendo. Un entorno económico estable y una amplia vida útil impulsarán aún más la demanda de sofás y otros bienes de consumo para el hogar. Además, el envejecimiento de la población internacional se ha acentuado, lo cual beneficia al mercado de sofás funcionales.
La demanda de sofás está estrechamente relacionada con el nivel de desarrollo económico nacional, la prosperidad del mercado inmobiliario y la renta per cápita disponible de sus residentes. En países desarrollados como Europa y Estados Unidos, tras la progresiva recuperación de la crisis financiera de 2008, el desarrollo económico ha comenzado a recuperarse. La economía de la mayoría de los países desarrollados crece de forma sostenida y la renta per cápita disponible de sus residentes aumenta gradualmente. Al mismo tiempo, debido a la rápida urbanización, es necesario renovar un gran número de viviendas existentes, lo que genera una demanda estable de sofás. Además, en comparación con los países en desarrollo, los residentes de los países desarrollados priorizan la calidad de vida, por lo que existe una mayor demanda de mejoras en sofás y otros tipos de viviendas que mejoren la calidad de vida.
En cuanto al diseño de productos, en primer lugar, el diseño de sofás tiende a combinar múltiples estilos, combinar colores y modas, y utilizar diversos elementos para decorar los detalles, presentando así estructuras estéticas más diversas para satisfacer las diferentes necesidades de la era del consumo individual. En segundo lugar, la llegada de los hogares inteligentes promoverá la integración orgánica de los sofás con la tecnología moderna, incorporando tecnologías avanzadas de comunicación y redes, entretenimiento, pruebas y fisioterapia, entre otras funciones auxiliares, que se acercarán más al estilo de vida actual.
En cuanto a la calidad del producto, el procesamiento de detalles se ha convertido en el foco del desarrollo futuro. Si las empresas fabricantes de sofás desean superar el dilema de la homogeneidad del producto, deben buscar la diferencia en los detalles, prestar mayor atención a la tecnología de la línea de producción, el efecto de plegado de la máscara, la elasticidad del cojín, la estabilidad de la estructura del armazón, el diseño de la superficie del respaldo y otros detalles, lo que aumenta el valor y el sentido artístico del producto, y optimiza la experiencia del usuario. Al mismo tiempo, la promoción de conceptos de protección ambiental impulsará la innovación en los materiales para sofás, y el uso de materiales bajos en carbono y respetuosos con el medio ambiente, como telas antibacterianas y paneles sin formaldehído, aumentará aún más el valor añadido de los productos.
Hora de publicación: 14 de septiembre de 2021